En un mundo empresarial cada vez más competitivo, las empresas que quieren sobrevivir y prosperar deben contar con una estrategia de crecimiento sólida. Esta estrategia debe definir los objetivos de crecimiento de la empresa y los pasos necesarios para alcanzarlos.
Una buena estrategia de crecimiento empresarial sirve para lo siguiente:
Orientar la toma de decisiones. La estrategia de crecimiento proporciona un marco para la toma de decisiones en la empresa. Ayuda a los directivos a identificar las oportunidades de crecimiento y a priorizar los recursos.
Alinear los esfuerzos de la empresa. La estrategia de crecimiento ayuda a alinear los esfuerzos de todos los departamentos de la empresa. Esto permite que la empresa trabaje de forma conjunta para alcanzar sus objetivos.
Fomentar la innovación. La estrategia de crecimiento debe ser flexible y adaptable a los cambios del mercado. Esto fomenta la innovación, ya que la empresa debe estar constantemente buscando nuevas formas de crecer.